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Our Lady of Lourde Catholic Church


IGLESIA: UNA VOCACIÓN, UN REGALO, UNA COMUNIDAD VIVA


Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. ¿Reconoce esas palabras? Actuales, ¿verdad? ¡Fueron escritas en ¡1965! Y son las primeras palabras de la Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia en el mundo moderno, los gozos y las esperanzas…

¡Ciertamente las necesitamos ahora, bueno en todo momento! Tal vez esta crisis nos fuerza a abrir nuestras mentes y corazones a la realidad de nuestra fragilidad, la vida en la que nos movemos, ese misterio de existencia que llamamos vivir, regalo de Dios en toda circunstancia y cómo nuestras vidas, todas las vidas, están interconectadas y las diferencias que antes parecían insuperables, son ahora una auténtica tontería en este nuevo marco de cosas.

Señor, dame de esa agua, para que jamás tenga sed, escuchamos, bueno, leímos (fuerza de costumbre el 3er. domingo en la Eucaristía que ahora, tristemente, no celebramos). Palabras balbucidas por una mujer con profunda sed. En el 4to. de Cuaresma, un hombre que ha recuperado la vista se atreve a desafiar a sus acusadores Yo solo sé que antes era ciego y ahora veo. Y este domingo pasado, antes de resucitar a Lázaro, Jesús agradece a su Padre diciendo:Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo ya sabía que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho a causa de esta muchedumbre que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Para que crean…

La Iglesia, tú y yo, no es un edifico ni un sentimiento; no es una afirmación doctrinal ni ritos o liturgia. La Iglesia es una Comunidad viva, activa, el Santo Pueblo de Dios, personas movidas por el Ruah de Dios (El Espíritu Santo). Los signos, símbolos, realmente nos hablan de Dios. En el bautismo es como somos incorporados a la Iglesia, con agua, aceite, fuego; dinámicos elementos que nos hablan, nos compelen a conectar con el Dinamismo, el Poder que es Dios y su fuerza transformadora.

Las circunstancias actuales no son para quedarse quietos, sino acercarnos al vecino que puede necesite algo; salir y dar sangre, ver cómo ayudar puedo al que es más desafortunado que yo. Y esos lo hacemos no como aislados individuos sino como Comunidad, viva, ahora en este tiempo que no solo es de contemplación forzada, sino de viva acción.

¿Recuerda nuestro San Vicente de Paul (SVDP) (214-628-2920) y cómo ha venido trabajando por los necesitados? ¿O Dallas Area Interfaith (DAI)? trabajando con líderes locales para ver cómo mitigar esta pandemia} SVDP está dispuesto a ayudar a quien lo necesite, sobre todo a indocumentados, pues los que no lo son podrán recibir ayuda del paquete que el Congreso acaba de pasar.

Así que nos toca a nosotros. La Iglesia, no el edificio ahora vacío sino a la mujer samaritana, al ciego de nacimiento, a Lázaro, a Lupe, Larry, Rosa José… gente que ciertamente estamos en necesidad, pero por cuyas venas corre el Espíritu Santo, la vocación bautismal, que nos hace ser manos y pies de nuestro Padre, ¡a nosotros, la Iglesia!



¡Paz!
Luis Gerardo, capuchino